Después de todos los beneficios que le fueron otorgados, convirtiéndose en un curandero exitoso, famoso y acaudalado, llega el momento de ajustar cuentas con La Muerte (Enrique Lucero); el primer infortunio para Macario (Ignacio López Tarso), es ser llevado al Santo Oficio, donde logra escapar; el segundo, no poder salvar al hijo del Virrey; y el tercero y definitivo, es ver cómo se extingue su propia vida como una vela al aire.
Película dirigida por Roberto Gavaldón; novela de Bernhard Traven Torsvan (B. Traven).
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